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 PANORAMA ÍNTIMO DE UN SANTO SANTUARIO

Un verdadero Maestro de Sabiduría habla al mundo de Paz 

Extractos

*** Miro en silencio los bellos días que pasan, pero sin cesar de admirar lo que aportan de bello y de maravilloso. Lo horroroso y las maldades de las gentes con infra conciencia yo no las veo, o bien las aparto mientras Bendigo a los que buscan triunfar sobre las villanías de este mundo.

*** Es imprescindible ayudar a las gentes a vivir, no para esclavizarlas o convertirlas en satélites y sirvientes. Sobre todo es necesario ayudarlas a liberarse de todo lo que podría ser para ellas motivos de ignominia, como la ignorancia, los vicios y los malos pensamientos.

*** ¿Por qué perjudicarse o hacerse daño unos a otros? Esto tal vez es posible entre bestias salvajes, pero entre seres queridos e inteligentes, es diferente. Tienen bienes grandiosos. ¿Por qué pues comportarse como locos o salvajes?

*** No se presten como receptáculos o depósitos de malos pensamientos. Si permiten en ustedes mismos porquerías o bajezas y maldades, ustedes tendrán que sufrir les consecuencias, y entonces serán culpables de sus propias desgracias. Es una grandísima desgracia que no se pueda tratar a las gentes como a niños, limpiándolas antes de admitirlas en casa o en nuestro corazón. Es preciso sin embargo comprender bien que un Santo Santuario no es un lugar en el cual la podredumbre del mundo puede albergarse a voluntad.

*** Las gentes, como los árboles, portan sus propios frutos. La gran diferencia, entre los dos, sin embargo, es que los árboles perfuman agradablemente el aire ambiental, mientras que las malas gentes apestan terriblemente, incluso a simple vista.

*** Cuando uno empieza a poner un precio a las cosas, es que se vuelva uno materialmente interesado. Cuando ya no se mira más que el precio, uno no es ya uno-mismo, sino más bien un esclavo de todos los regateos posibles.

*** ¡Que desperdicio tiene este mundo desde que unas organizaciones y unos individuos cultivan el capricho de proclamarse SUPREMA AUTORIDAD, POTENCIA DIVINA, MANDATO CELESTIAL, UNICO, PERFECTO, INCOMPARABLE o algo de así! Verdaderamente la humanidad ha perdido tanto la paz como el buen sentido. Los vencidos deben someterse o ser eliminados. Los débiles prefieren dejarse dominar y, en fin, los insumisos son tratados como locos, heréticos o anti-sociales. Entonces cuando no son guerras, son inquisiciones, disturbios, unas razias de apaleamientos. ¡Que locura en esta justa por la preeminencia y la gloria a sangre y fuego! Algunos no dejan de pensar, a pesar de todo, pero no saben cómo expresarlo o no tienen el derecho de decirlo.

*** Una bella y gentil discípula acaba de decirme que quiere volver al mundo, lejos de mí. Lo irracional siempre es posible, pero hay muchas gentes que prefieren aprender a vivir por los caminos desviados o las peores experiencias y el dolor. La libertad tiene su precio, incluso para el corazón. Lo peor es no darse cuenta que uno es libre cuando lo es, y después no saber qué hacer de esta libertad. Tal vez las gentes se aburren incluso de vivir en profundidad y entonces huyen en las amplitudes incongruentes que alejan de nuestro epicentro de condensado exclusivamente Espiritual. Pero la tragedia mayor es que incluso en estas inmensidades del mundo los desenfrenados llegan a fatigarse o a disgustarse de ello, tarde o temprano, incluso más temprano que tarde.

*** Un sacerdote me dijo un día que quería covertirse en mi Discípulo más ferviente y fiel. Le he subrayado que me conformaría en que sea muy sencillamente y únicamente un buen Discípulo. Falleció 17 años más tarde, no sin implorarme que le diga si había sido un verdadero Discípulo. Le conteste que mi presencia era mi mejor respuesta.

*** En materia de hospitalidad hay muchos puntos de vista. Un día brinde hospitalidad a alguien para facilitarle su matrimonio. En realidad demostró ser un perfecto granuja; no se casó y en fin se burló tanto como pudo de mi persona y de mis enseñanzas. Para él, la fraternidad consiste en aprovecharse del buen corazón de la gente. Así es como mucha gente, desgraciadamente, comprenden la fraternidad y abusan de la hospitalidad. Para acabar, este galante francés de última hora me trata de no sé qué e incluso de ingrato e inhospitalario. ¡Qué insanias se ha de llegar a ver en este mundo!

*** Los periódicos del día hablan del caso Ben Barka, de la odiosa odisea del cadáver de Eva Perón, el interrogatorio de las gentes en Vietnam, en fin de las durezas de la vida en Rodesia que no encuentra nada mejor que la “perdurabilidad” del nefasto colonialismo. Todo esto entremezclado de bellos discursos de Su Santidad el Papa que reclama la Paz, de Johnson que quiere la Paz, de los Chinos que exigen la Paz, de Fidel Castro que quiere que lo deje en Paz, de los santodominguenses que desarrollan una obsesión por las revueltas, etc. etc. ¡Qué bonito mundo! Pero nadie hace la Paz, ni da la Libertad, ni garantiza la Justicia al resto del mundo. A veces me pregunto si acaso no vivo mal sintonizado a otro mundo, al cual bien se podría llamar el Infierno. Tal vez un día los hombres aprenderán a vivir decentemente y no como bestias salvajes que no saben actuar mejor que atolondrados.

*** Una discípula acaba de injuriarme. Es su primer descarrió grave de dignidad en ella. Yo le perdono por haberme ofendido, y se disculpa. Le digo que en la vida, lo grave es empezar con lo malo para acabar devorado por este. ¿A qué sirven las lágrimas del momento si años de educación constante no impidieron a este ser querido alejarse de la rectitud que honra, eleva y depura?

*** ¿Por qué las gentes deben rebelarse contra las durezas de la vida entregándose a los vicios, a la droga o al alcohol? ¿No sería acaso más inteligente consultar su propia conciencia? Pero he ahí demasiado a menudo las almas que sufren confunden la conciencia con sus sueños o con los apetitos de su bajo vientre. La verdadera conciencia se alberga mucho más alto en nuestro ser, en las alturas del espíritu.