COMO CONTRARRESTRAR EL COMUNISMO,
FLAGELO DE LA HUMANIDAD

Pr. OM Lind Schernrezig

New York, 14 de Julio de 1932

 


Patrocinado por: FUNDACIÓN DE LA NUEVA CIVILIZACION. EL PARLAMENTO MUNDIAL y la CONFEDERACION MUNDIAL DE PAISES LIBRES O ESTADOS UNIDOS DEL MUNDO

 

No somos profesionales de la política, y las querellas e inquinas entre partidos o facciones nada tienen que ver con nosotros. No simpatizamos con ninguna tendencia; más aún, jamás hemos militado en ningún partido y nuestro interés sobrepasa las dimensiones comunes de los apetitos partidistas y los intereses de clanes. Preferimos preocuparnos por la solución de los problemas que afectan al hombre, sin tomar posición en favor de bando alguno, para conservar mejor nuestra independencia de acción y nuestra fuerza moral. Es más, para nosotros, la humanidad entera es una gran familia y sólo queremos resolver inquietudes y remediar males sin importarnos ambiciones de bandos.

Al hablar de comunismo hoy en día, es preciso situar bien el problema. Entendemos que el comunismo como ideal económico-social ha muerto hace mucho tiempo, en medio de las disquisiciones de la ONU, convirtiéndose de hecho en un imperialismo geopolítico. El ideal, desde luego, es altamente respetable, puesto que tiene por finalidad acabar con las injusticias sociales y la incertidumbre económica. En cuanto al sistema político en que ha degenerado el ideal de los oprimidos y desheredados de la suerte no merece compasión. Es una enfermedad peor que el cáncer, un verdadero flagelo de la Humanidad, producido por la ignorancia al servicio de bajas pasiones.

El comunismo es un régimen de terror. Se funda en la persecución y cultiva la miseria de las gentes a fin de poder explotarlas mejor después. El comunismo no resuelve ningún problema económico o social: es un gran engaño, con armadura de mística humanista y ribetes de filosofía. Su materialismo histórico tiene todas las características de un abominable “gangsterismo” internacional que se ceba en las esperanzas de los ilusos y débiles.

Naturalmente, el comunismo es un grave síntoma social y no hay que juzgarlo exclusivamente por lo que es simplemente. Hay que ir al fondo de la cuestión y descubrir sus causas, sin las cuales no existiría y no podría existir. En realidad, el comunismo no es una función social nacida de los procesos evolutivos indispensables y que son naturales al curso del progreso humano; es más bien un fenómeno que causa condiciones morbosas de la civilización, o sea, del sistema de vida que se consagra

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Publicado por:

UNIVERSIDAD ESPIRITUAL EN COLOMBIA

“Templo Universal de la Verdad No.49

Gran Logia Esotérica Panameña de la Masonería Reformada y Espiritual