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Lección Especial VIII
Por el Venerable Maestro K.H.
(original en francés)
La Habana, el 4 de Diciembre, 1950
Queridos Discípulos,
Cada vez que nos reunimos y nos disponemos a hacer una meditación, nuestra meta es sondear la intimidad de nuestro ser o incluso del Universo entero, para descubrir allí las palpitaciones secretas de la vida. Haciendo esto, perseguimos la idea y la realización de nuestro ideal y, sobre todo, buscamos derribar, destruir y borrar completamente todos los obstáculos en nosotros. En fin, el medio para alcanzar nuestras mejores aspiraciones es, ante todo, superar las complejidades de la mente, liberar las verdaderas fuentes de la Vida en lo muy hondo de nosotros mismos. Significa también vencer el egoísmo, dominar las pasiones, aniquilar los vicios y borrar hasta las trazas de herencia atávica o kármica que todavía tenemos en nosotros.
Llamamos a este trabajo el impulso hacia la Espiritualidad, pero sería ocioso cultivar únicamente un mundo imaginario, moldeado por nosotros mismos y en nuestro provecho. En realidad, la Espiritualidad auténtica es lo opuesto de toda fórmula ilusoria y de una proyección puramente imaginaria, alucinante o hipnótica. La verdadera Espiritualidad penetra el mundo físico, y trabaja en él, en lugar de ignorarlo. Sería odioso confundir nuestra actitud espiritual fundada en verdaderos Valores, con la espectacularidad de las almas desequilibradas, de los místicos charlatanes y de los individuos acostumbrados al libertinaje y desbordantes de bajezas. Somos realistas en el buen sentido de la palabra y nuestro ímpetu hacia la Luz Espiritual no nos ciega respecto a las necesidades físicas, mentales y de todos los planos de la vida.
Nuestra Espiritualidad es igualmente, sin duda, lo opuesto a la charlatanería metafísica así como al misticismo mercantil de ciertas organizaciones llamadas religiosas o fraternales. Muy recientemente, en el trascurso de nuestro Gran Congreso, fuimos sorprendidos al ver hasta que extremo la impostura es capaz de armarse de audacia y tratar de imponerse a las almas débiles e incultas. Se trata de un Manifiesto hecho en Bruselas en 1934, firmado por un susodicho Consejo Internacional de Órdenes Orientales. Conocemos bien esta charlatanería de la organización AMORC de California (USA), como para poner al mundo en guardia, no solamente porque se trata tal ocurrencia de una tentativa grotesca de suplantación de nuestra Augusta Escuela Esotérica, sino también, o mejor dicho, sobre todo, porque sus dirigentes son explotadores de la credulidad humana que utilizan el chantaje publicitario, pretendiendo encarnara la Divinidad misma.
Este especie de impostura comercial adobada con fanatismo místico, sólo puede ser lo opuesto y la antítesis del Auténtico Verbo Espiritual. Hemos ya prevenido a los Estudiantes Sinceros, de la misma manera que denunciamos lo que concierne a la Sociedad Teosófica de Adyar, la Arcane School, así como otras organizaciones, y si actuamos así es también para evitar tragedias íntimas, porque estas organizaciones se entregan a prácticas que conducen cada vez más y más al caos moral y al alejamiento de los Valores Espirituales. Estas gentes, sin embargo, fungen como paradigmas del espiritualismo, de la yoga y de la fraternidad mística….!
La Escuela Esotérica, de la cual son diligentes estudiantes, se distingue de todos estos espiritualismos mercantilistas y totalitarios por el hecho de que no somos de ninguna manera dogmáticos, sectarios o tiránicos. No imponemos ningún juramento a nadie, no nos entregamos a ninguna práctica de invocación espiritista; no nos solazamos de ninguna manera en ensueños místicos ultra personalistas y, en fin, no hacemos comercio con el cielo ni con la perfección, no compramos las bendiciones del Más allá, y no vendemos obras exclusivas con imprimátur. Nuestro interés es bien diferente, y solo considera el bienestar y la felicidad de los demás, y nuestro propio perfeccionamiento.
Nuestra Espiritualidad rechaza con horror y repudia estas formas de espiritualismo insensato, orgulloso e interesado, que enreda a sus seguidores en los vicios más abominables y que no pueden expresarse sino en forma de violentas pasiones mundanas e intereses satánicos.
Nuestra Espiritualidad se rebela contra los espiritualismos ocasionales y fanáticos, y no puede ser confundida con ellos, pues para nosotros, la Verdad es Universal y es propiedad de las propias almas, únicamente.
Nuestra Espiritualidad no tiene nada que ver con las escuelas de espiritualismo o los movimientos místicos que informan sobre un misterio para cultivar lo maravilloso, mientras explotan concienzudamente e impúdicamente la fe sincera de almas ávidas de la Verdad. No tenemos nada en común con estos “Ministerios de la divinidad en la tierra”, que sólo saben y les interesa negociar el derecho de entrada al cielo o favores divinos…
Para nosotros, la Espiritualidad consiste en una conquista del alma emancipada, y en una manera de vivir liberada de todo encadenamiento, sea físico, mental o espiritual. Es el autodominio y el desarrollo progresivo de cualidades ennoblecedoras. Es un ímpetu de todo el ser que se despoja de todos los vicios, pasiones y limitaciones propias del género humano. Es el desarrollo del Yo a la Luz de certidumbres indiscutibles, dando como resultado una Conciencia Cósmica y una realización espiritual grandiosa.
Logramos esto sin ningún ritual fantasioso, tutelas dogmática esclavizadoras e imposición hipnótica alguna. Para nosotros, la obra de autoperfeccionamiento no debe ser forzada ni impuesta; proviene solamente del deseo íntimo de cada uno, de su impulso más profundo y en la más completa libertad de pensamiento, sentimiento y acción. Así, alcanzar la Vida libre y sabia no es debido sino al ser mismo, guiado e inspirado por los ejemplos de sus Guías Espirituales, Maestros de Sabiduría o Gurús.
El Discípulo tiene una tarea que cumplir que le exige esfuerzos constantes, pues debe aprender a borrar en él mismo todas las impurezas corporales e incongruencias mentales, en fin todas las limitaciones de la conciencia.
El Discípulo cultiva en sí mismo los Valores del Espíritu, los que se expresan en términos de profunda sinceridad, amistad íntima, fraternidad infinita y de Comunión Espiritual inalterable, joyas Espirituales que jamás nadie ni organismo charlatán alguno podrá alterar o deformar, porque pertenecen a un orden de cosas muy superior a las deformaciones y bajezas de las almas ciegas, corazones impuros y mentes limitadas y satánicas. El Discípulo conoce, por lo menos en sus mejores momentos de meditación y elevación de su ser hacia los planos superiores de conciencia, las premisas de la Vida liberada y feliz que busca, y nadie en el mundo podría entonces engañarlo o enfangarlo en unas ilusiones grotescas o espejismos misteriosos. El Discípulo busca sin cesar lo mejor en su propio ser, en los demás y en la vida entera.
Esto evidentemente difiere considerablemente de los fanatismos agresivos, prejuicios indignos, y vicios abominables, y en fin de la búsqueda de “poderes ocultos”, de desdoblamiento y de soberbia mística, con designios diabólicos e impúdicos de los diferentes sistemas conocidos como espiritismo y espiritualismo.
El Discípulo es activo y dinámico, servicial y desinteresado, impersonal y generoso, claro en su vida, noble y digno en su comportamiento, buscando siempre hacer de todo su ser un ejemplo de sabiduría y bondad. Para nosotros las palabras cuentan poco, pero los actos demuestran mejor que todo nuestros estados de alma, nuestro progreso de conciencia, nuestros sentimientos y aspiraciones. He aquí bien establecida la diferencia entre nosotros y las así llamadas organizaciones fraternales de todo tipo, tan prodigas en consejos, dones celestiales y privilegios divinos…
Demostremos pues, cada día más, mis Queridos Discípulos, de qué Escuela de Sabiduría siguen los cursos, y cuánto difiere nuestra concepción de la Espiritualidad comúnmente ensalzada y vanagloriada. Esto será para ustedes la garantía de una vida feliz, pura y útil, y para el mundo la seguridad de encontrar en última instancia el asilo de sus corazones puros, de sus almas serenas y de sus conciencias dinámicas, liberadas y Universales.
Aprenda a no ser víctima de las circunstancias y a triunfar serenamente sobre todas las complicaciones de la vida actual. Sean imperturbables ante el desenvolvimiento de los acontecimientos alrededor suyo, y cultiven la actitud constante del corazón inquebrantable y una conciencia luminosa. Demuestren así al mundo tanto como a ustedes mismos, que no son esclavos de emociones pasajeras y que no están hechos para vivir en contra de su propia conciencia.
En cuanto a la crítica malsana, sepan que para los razonamientos indignos y designios malsanos sólo hay odios y almas igualmente indignas. Las almas limpias, los corazones puros, las conciencias claras y los espíritus nobles no pueden ser influenciados por propósitos provenientes de almas bajas y personas deshonradas o insinceras.
Vivan de tal manera que sean Nobles Caballeros del Espíritu, mientras practican las virtudes de los tres pequeños monos bien educados, que no oyen, ni ven, ni dicen lo malo.
Les bendigo a todos profundamente.
Maha Chohan
KUT HUMI LAL SINGH
Firma autógrafa : Pr.OM Cherenzi Lind
