Editorial

LA   CURIOSIDAD   QUE   MATA

Estimado Estudiante:

         La curiosidad es, ciertamente, la madre de la invención.   También hay la curiosidad que conduce al sabio a descubrir nuevos inventos. Además hay la curiosidad del niño que se inquieta y admira frente a lo desconocido. Por otra parte hay la curiosidad de la gente joven que se impacienta y quiere apresurarse demasiado por “conocer” la vida…

         Cada cual, en fin, curiosea a su manera y para fines distintos, y entonces tal afán por conocer y ensanchar los horizontes de la inteligencia es ciertamente loable, siempre que no incurra en imprudencias.

         Por otra parte hay “curiosos” profesionales, o por pasión, que hacen del “espionaje” un modus vivendi, oincluso un medio para satisfacer sus bajas pasiones. En tales casos, huelgan los comentarios; mas conviene precaverse y no darlecabida a tales enemigos de la sociedad y de todas las causas nobles.

       UD. ESTUDIANTE, aprenda a juzgarse a sí mismo y a ser siempre sincero y franco. Si es un CURIOSO irresponsable, o sin interés serio, o más bien por mal intencionado, comprenda de una vez que aquí, pierde su tiempo. No siendo sincero, va a perder su tiempo de manera completa y lastimera, pues nada aprenderá de YOGA INTEGRAL o Ciencia Biopsicoplástica – a no ser que es indigno de estar en ésteLABORATORIO DE ANTROPOLOGÍA y que la curiosidad, en vez de dignificar, hiere a los necios que pretenden engañar a los demás y desvía a los cínicos que se engañan a sí mismos.

         Ah, pero hay también los muy sabidos; los que han leído docenas de obras que versan sobre “yoga”, en fin, ratones de librería que se imaginan que la YOGA verdadera y la salud, el amor, la dignidad y la genuina felicidad se encuentran en los libros y haciendo contorsiones ridículas o tomando poses más o menos “hinduísticas”.   Estos “sabelotodo” se permiten criticar y hacerse los interesantes con sus sandeces. A estos, vasta verles para percatarse de que no son ni muy normales ni muy respetables, y en último caso, aunque con lástima, podríamos preguntarles si lo que son ahora refleja todo lo que saben de “yoga de librería”, hechapara engañar a los demasiado crédulos.

         Querido Estudiante, no queremos cansarlo. Si no es serio, retírese pronto y no vuelva más, pues de otro modo el ridículo lo va a matar…

Pr. OM LIND

New York, 3 de Marzo de 1949