Editorial
REPORTAJE AL Pr. OM CHERENZI LIND
Conocedores de que había llegado de incógnito a Barranquilla el universalmente conocido Pr. OM Cherenzi Lind, de paso al proseguir su recorrido de la América del sur y sobre todo de nuestro país, donde viene desarrollando singular actividad cultural en pro de un despertar colectivo de hondo y trascendente sentido Espiritual, nos pusimos a recorrer los hoteles en su búsqueda. Y yendo de la seca a la meca, pudimos dar con él solamente por intermedio de ciertos amantes de la cultura que estaban avisados de su llegada y que nos permitieron acercarnos a él.
De nuestra visita a tan distinguido personaje, quedamos tan satisfechos que en seguida nos pusimos a la tarea de lograr de él algunas impresiones, ya que tratándose de un hombre de estudios y de vastos horizontes mentales, nos creímos en el deber de hacer conocer a nuestros lectores sus impresiones sobre diversos tópicos de actualidad.
El Profesor es persona atenta y sumamente accesible, aunque rehúye el bullicio y no se presta a las complejidades sociales. Cordial y franco, nos atiende, revelando placer en servir a la cultura porteña por intermedio de “Cosmos”.
Así encontramos facilitada enormemente nuestra tarea. Y le sometimos al interrogatorio, que él contesta con vigor y sencillez
¿Cuándo llegó a Colombia?
Llegué por segunda vez hace de eso unos nueve meses. La primera vez fue el año pasado, cuando estuve solo dos meses.
Qué impresiones tiene usted de Colombia, Señor Profesor?
Pues las tengo múltiples, difíciles de explicar de buenas a primeras. Además, mi vida tan multiforme me hace almacenar impresiones que son indefinibles hasta que logre asimilarlas y determinarlas dentro de distintos géneros de valores. Pero en un sentido general este país me es altamente simpático y reconozco en él enormes capacidades de desarrollo, en todos los sentidos. Por lo que se refiere a lo cultural, que es lo que a mí me interesa por ahora, debo confesar que estoy asombrado ante el interés que ha venido despertando mis conferencias públicas, y he encontrado entre la gente consagrada al estudio verdaderos valores para la cultura en general. En el interior del país, pude gozar con inusitado deleite los magníficos panoramas y los climas diversos y generosos, los cuales pueden competir con los mejores de su género del resto del mundo. Y después de bajar por el Magdalena, me siento sobrecogido por la inmensidad de los despoblados, que son motivos de tantas cruentas guerras en otras regiones. Cuanta inmensidad, fuente de mística inspiración para todos, que impregna el entero ser de profundas grandezas parecidas a lo infinito!...
¿Trae usted una misión especial de alguna entidad religiosa o de otra índole?
El tema religioso me subyuga, pero me mantengo siempre por encima de él, y a fin de no perder nunca mi propia independencia mental, prefiero no pertenecer a ningún movimiento religioso, contentándome con servir a toda fe sincera y a todo culto de nobles realizaciones con mis preocupaciones culturales en general y mi explícita dedicación a los valores Espirituales. No participo pues a ninguna forma de actividad “religiosa”, ni “política” tampoco. Les tengo verdadero horror a los “ismos”, a las sectas y a los sistemas unilaterales o totalitarizantes!... Los considero peligrosos para la libertad individual y el progreso de la conciencia humana.
¿Cuáles son los lugares que ha visitado en nuestro país?
Pues conozco Colombia por entero, a excepción de la costa del pacífico y la región oriental. Paso mi tiempo viajando, observando, estudiando, pulsando valores, conectándome a lo vigente, y, en fin, siguiendo hondamente el ritmo íntimo de esta nación donde la libertad que tanto amo tiene uno de sus más seguros santuarios de todo nuestro maltrecho planeta.
¿Le merece Barranquilla atención especial?
Desde muy antes de conocer este puerto, ya veía en él uno de los puntos más vitales del país. Ahora me complace confirmarlo. Barranquilla es la llave, el cofre y la hornaza de la riqueza nacional. Solamente le falta ser sede cultural y Espiritual también, y entonces sería el lugar prominente de toda la nación.
¿Piensa usted dictar algunas conferencias, y cuándo?
Estoy siempre dispuesto. Solo falta que haya interés y que se me solicite. Nunca cobro por mis conferencias públicas. Así que si hay interés, estoy dispuesto.
¿Desde su llegada a esta ciudad, ha tenido Ud. contacto con sus amigos intelectuales?
Desde luego, estoy constantemente en contacto con el resto del país y del mundo entero.
Como Cato, puedo decir: Homo sum homini a me alienum puto, o sea, soy humano y todo lo que se refiere al hombre me incumbe.
Sabemos que Ud. activa en nuestro país la creación de una UNIVERSIDAD ESPIRITUAL. ¿Podría Ud. decirnos acerca de ello?
Con sumo gusto. Esta Institución lleva la finalidad de proporcionar una preparación cultural adecuada para los objetivos, las prácticas y las realizaciones de carácter místico y filosófico y de trascendencia genuinamente Espiritual. Trata, de hecho, de evitar las complicaciones de la incultura y remediar los males de la superstición y el fanatismo, combatiendo de paso la charlatanería e impostura y fijando rumbos y derroteros positivos, generosos, dignificantes, para todos los sinceros estudiosos y amantes de la ignota Verdad.
La UNIVERSIDAD ESPIRITUAL tiene solicitada ya diversas personerías jurídicas, pero a pesar de las rémoras que supone el papeleo legal, de hecho ya existe, con diversos centros de actividades en el país y cuenta en la actualidad con unos seiscientos miembros. Pienso ver florecer esta Institución Cultural y Espiritual sirviendo de alma a un movimiento de despertar franco y eufórico de la conciencia humanista aquí.
¿Es verdad que pensaba Ud. establecer la sede de la UNIVERSIDAD ESPIRITUAL en Barranquilla?
La idea es tentadora. Pero esto depende de las facilidades que encontremos por aquí.
Fácil es comprender que hay varios municipios del país llanos a facilitar el establecimiento de tal sede en sus respectivas ciudades. Pero este punto es para nosotros asunto de conveniencias, tal como servicios de correos, imprenta, ayuda oficial, etc.
Nuestra labor es neta y exclusivamente cultural, y buscamos solamente aquellos que puedan viabilizar el triunfo de nuestras miras Espirituales.
¿Ha visto Ud. algún centro cultural en la ciudad, o por lo menos se ha dado cuenta de uno existente?
Lamento decirle que estoy completamente desconectado, pues he llegado aquí como a una selva; estoy desorientado, sin guías, y para peores males, soy completamente desconocido aquí. Pero supongo que existen cenáculos o aún sociedades que se esmeran por la cuestión cultural o que satisfacen inquietudes espirituales.
¿A qué edad terminó Ud. sus estudios y en qué Universidad?
Yo no he terminado mis estudios, ni pienso terminarlos, pues mientras viva, siempre encontraré motivos para perfeccionar mis conocimientos. He estudiado en las Universidades de Heidelberg, en Alemania; Oxford, Inglaterra; Liege, Bélgica; Lausanne, Suiza; Barcelona, España; Calcuta, India; Columbia, New York; Darjeeling, India; Lob Nor, Tataria; y Shanghái, China.
¿Que nos diría Ud. de la cultura Universal, especialmente de los países que ha visitado?
He visitado todos los países de este mundo, pero en materia de cultura, deploro no poder decirle gran cosa. Las crisis y el caos imperante por doquier, en los actuales momentos, apenas merecen el calificativo de cultura. Más valdría hablar de otras cosas o mejor dicho, sería más propio hablar de las carencias de cultura en la actualidad.
¿Y con respecto al progreso en general, podría Ud. decirnos algo que nos señale sus impresiones, especialmente las que se relacionan con Colombia y el resto de las Américas?
Todo el nuevo mundo se encuentra en los actuales momentos en una encrucijada, pues es el momento de liberarse definitivamente de las influencias foráneas. Creo sinceramente que tanto en Colombia como en el resto de los países americanos existe un franco despertar hacia realizaciones novedosas, de las cuales apenas cabe expresarse, puesto que es una especie de aurora o alumbramiento de valores aun indefinibles.
¿Pero piensa Ud., Profesor, establecerse en Colombia? Qué lugar escogería Ud.?
Si de mí dependiera, haría de este país la sede de mis actividades, el asiento de mi laboratorio cultural para todo el mundo. Pero falta saber lo que las leyes de extranjería tuvieren que determinar sobre este particular.
Mi lugar preferido sería seguramente Armenia o Barranquilla; la primera ciudad por su clima, y aquí por sus bellos desarrollos y las facilidades que se ofrecen al porvenir vital de la nación.