Sabiduría en el Chocolate caliente

   chocolate

 

Un grupo de personas graduadas y bien establecidas en sus carreras estaba conversando en una reunión y resolvieron visitar un antiguo profesor de facultad, ahora pensionado.

Durante la visita la conversación giró en torno a quejas sobre el estrés en el trabajo y en sus vidas.

Ofreciendo chocolate caliente a sus invitados, el profesor fue hasta la cocina y regresó con una gran vasija con chocolate caliente y varias tasas – de porcelana, vidrio, cristal - algunas sencillas, otras caras, algunas exquisitas; diciéndoles que se sirvieran el chocolate caliente.

Cuando todos tenían una taza de chocolate en la mano, el profesor dijo: noten que todas las tasas bonitas y caras fueron las que cogieron, echando hacía atrás las sencillas y baratas.

Si bien es normal querer solamente lo mejor para si mismo, es esta la fuente de los problemas y del estrés. La tasa en la cual están bebiendo no acrecienta en nada la calidad del chocolate caliente. En la mayoría de los casos son las más caras. Y en algunos casos hasta esconde lo que bebemos. Lo que todos ustedes querían eran chocolate caliente: no una taza. Mas inconscientemente se dirigieron hacia las mejores tazas. Entonces comenzaron unos a otros a mirarse las tazas.

Ahora consideren esto: la vida es como el chocolate caliente: su trabajo, dinero y posición en la sociedad son las tazas. Son apenas instrumentos para mantener y contener la vida. La taza que ustedes tienen no define, ni transforma la calidad de vida que ustedes tienen.

Algunas veces, al concentrarnos solo en la taza, fallamos en disfrutar el chocolate caliente. La vida es el chocolate caliente: el hombre escoge las tazas.

Las personas más felices no tienen lo mejor de todo. Simplemente hacen lo mejor con lo que tienen.

Viva con simplicidad. Ama generosamente. Cuídate profundamente. Habla con bondad. Y disfrute de su chocolate caliente!

(Autor desconocido. Traducción del portugués por Revista Ariel)