LA ÉTICA COMO GRAMÁTICA DE LA HUMANIDAD

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Artículo publicado en el periódico El Colombiano el 1 abril de 2007, reeditado hoy por ARIEL por su carácter universalista. Describe el pensamiento de Hans Kung, un sacerdote católico activo pero a quien el Vaticano le ha anulado su autoridad para enseñar teología católica, no obstante no han sido revocadas sus facultades sacerdotales.

Su pensamiento marca una ruta importante en el mundo contemporáneo, de tal manera que su palabra es escuchada por muchos y con gran cuidado. El habla de la crisis en el mundo contemporáneo. Se hace preguntas y trata de dar respuestas. Su palabra es escuchada por estadistas, filósofos, sociólogos y público en general que trata de encontrar sentido, o mejor, sentidos, a la existencia. El papa Benedicto XVI estuvo reunido con él.

Hans Küng visitó Colombia hace pocos días. El filósofo, teólogo y sacerdote fue acogido en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.

Aquí representamos la mirada que de él hace el profesor de la Universidad de Antioquia, el filósofo Víctor Arteaga. Destaca en él su profundidad al mirar asuntos relacionados con la economía, la política, la religión, los retos de la mundialización, la individualidad y la colectividad, en la búsqueda de una ética que permita un mejor estar, un mundo más humanista. La comprensión y la tolerancia son tópicos de sus tesis.

Hans Küng nació el 19 de marzo de 1928 en Sursee (Suiza). Ser cristiano, ¿Existe Dios?, infalible, Una teología para el nuevo milenio, la mujer en el cristianismo, Proyecto ética mundial, Sinceridad y veracidad, hacen parte de las obras de este autor estudiado hoy en múltiples espacios.

 

El eco del discurso del pensador Hans küng:

En el transcurso de la misma semana, la del 18 al 24 de marzo, dos eventos “gramaticales” de excepcional importancia se sucedieron en Colombia. En Medellín, un exquisito encuentro con la lengua y la literatura. En Bogotá, con la Universidad Jorge Tadeo Lozano como escenario, un suculento festín con la filosofía y la teología, las dos ramas de la literatura fantástica en la conjetura de los heresiarcas del país borgiano de Tlón. En Medellín se aprobó, con la presencia de los reyes de España, la Nueva Gramática de la Lengua Española. En Bogotá se especuló, con Hans Küng como invitado de honor, sobre la Nueva Gramática de la Humanidad, la ética mundial en la economía y la política.

¿Quién es Hans Küng? Tengo para mi que se trata de uno de los intelectuales de nuestro tiempo. Su conocimiento enciclopédico, su agudeza mental, su labor científica en los ámbitos de la filosofía, la teología y la historia de las religiones, su postura crítica frente a la esclerótica apología tridentina de los cargos eclesiásticos, que le costó su licencia docente en la facultad católica de Tubinga, su fina sensibilidad ante el escándalo de la globalización del capital y la injerencia política norteamericana y su espíritu ecuménico abierto al diálogo e inspirado en la única causa religiosa con fuerza de verdad, la dignidad y la pervivencia del género humano, lo convierten en uno de los académicos más universales del momento.

Quien, inquieto intelectualmente, no se haya encontrado con Küng está en deuda consigo mismo. Autor de una voluminosa obra, que va desde el examen del idealismo de Hegel como prolegómenos para toda cristología del futuro Hansta una erudita exposición histórico-doctrinal de los tres grandes monoteísmos, a partir de 1990 su interés lo ha concentrado el Proyecto de una Ética Mundial, avalado con mérito superlativo por la Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo, suscrita en Chicago el 4 de septiembre de 1993, y asumido como desafío educativo y patrimonio cultural por la UNESCO en 2001, tras los atentados de septiembre en Estados Unidos.

Una ética global para la humanidad ante los retos de la mundialización, fundada sobre la comunicación intercultural y asistida por el reconocimiento interreligioso, es la premisa de Küng. Articulado sobre tres ejes condicionantes, no hay supervivencia sin una ética mundial, no hay paz mundial sin paz religiosa y no hay paz religiosa sin diálogo entre las religiones, este prospecto no se comprende sólo dentro de un horizonte teológico, sino que posee un alcance eminentemente transdisciplinario. Es la conclusión que se obtiene de la última de sus publicaciones afines, de la que es coeditor con Karl-Josef Kuschel Ciencia y ética mundial (2006): “Ninguna disciplina, desde la filosofía y la pedagogía, pasando por la economía, las ciencias políticas y el derecho, Hansta las ciencias naturales e, incluso, la experiencia artística, puede eludir las preguntas fundamentales a la que les enfrenta la búsqueda de valores, ideales y actitudes básicas comunes a la humanidad, sin menoscabo de las diferencias culturales y religiosas”.

Sin pretender negar la natural tendencia religiosa del hombre, insensato lo fuera, pero advirtiendo que es la institución religiosa la que elimina lo religioso - universal en el hombre, Küng, a la manera kantiana, apela a la interpretación de lo religioso dentro de los límites de la mera razón para sostener su proyecto que radica en el respeto hacia el otro y la honestidad para con el otro, en virtud de un principio de solidaridad recíproca: el otro en mí, yo en el otro; ambos responsables de una suerte común, la de la humanidad.

Así, la causa humana se torna causa religiosa porque, sin referentes de datos revelados, es la razón la que dispone a la solicitud por el otro, que es la preocupación por mi mismo. La triple formulación clásica del imperativo categórico de Kant deviene en esta observación demandante: “Todo ser humano, dotado de razón y de conciencia está obligado a actuar de forma realmente humana y no inhumana a hacer el bien y a evitar el mal!”.

Queda el eco de la presencia de Hans Küng en Colombia. ¿Por qué una ética mundial? ‘Porque nuestro mundo atraviesa una crisis de la economía mundial, de la ecología mundial, de la política mundial”. Una ética laica, no confesional; pluralista, no ideológica; consensuada, no impuesta; democrática, no unilateral: una ética entendida como compromiso de construcción y realización de lo humano en la historia, no como proyección escatológica en una metahistoria incierta. Una ética que asume al hombre no en cuanto abstracto imaginario universal, sino a este hombre como concreto, real, particular; a este hombre, única verdad posible de las religiones; a este hombre que se constituye en elemento justificador de la única religión universal y válida: la religión de la humanidad.

Muy bien puede sintetizarse la invitación de Küng en la sentencia de Niko Kazantzakit “Ama al hombre, pues él eres tú!”. La ética, la ética mundial, es la gramática de la humanidad

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Nota de ARIEL: En WIKIPEDIA se puede leer:

Hans Küng (Sursee, Cantón de Lucerna, 19 de marzo de 1928), es un sacerdote católico, teólogo controvertido y prolífico autor. Desde 1995 es Presidente de la Fundación por una Ética Mundial (Stiftung Weltethos). Küng es "un sacerdote católico en activo", pero el Vaticano ha anulado su autoridad para enseñar teología católica. A pesar de ello permanece en la Universidad de Tübingen como profesor de Teología Ecuménica, donde imparte clases como profesor emérito desde 1996. A pesar de no tener permiso para enseñar teología católica, ni su obispo ni la Santa Sede han revocado sus facultades sacerdotales.

Con referencia a la Fundación por una Ética Mundial, en la misma WIKIPEDIA puede leerse:

El proyecto Fundación Ética Mundial (en alemán Weltethos) pretende describir los puntos en común entre las distintas religiones del mundo y establecer un conjunto de normas que se basen en unos principios fundamentales aceptados por todas. El proyecto fue iniciado por el teólogo Hans Küng.

Hipótesis básicas

Las hipótesis en las que se basa el proyecto son los siguientes: 

  • No hay convivencia en el planeta sin una ética global.
  • No hay paz entre los países sin paz entre las religiones.
  • No hay paz entre las religiones sin diálogo entre las religiones.
  • No hay diálogo entre las religiones sin investigación básica.
    • No hay ética global sin cambio de consciencia entre los religiosos y los no religiosos.

Este mundo necesita una ética; esta sociedad global no necesita una religión única y una ideología única, sino unas cuantas normas, valores, ideales y propósitos que tengan todos en común y que hagan que todos se unan.

Fundación 

La Fundación Ética Mundial persigue alcanzar las metas del proyecto. Fue fundada en 1995 por Karl Konrad, Conde de Gröben, que supo sobre el proyecto a través del libro "Proyecto ética mundial". Konrad puso una importante cantidad de dinero a disposición de la fundación, con cuyos intereses está garantizado su funcionamiento a largo plazo. El presidente de la fundación es Hans Küng.

  • La fundación se dedica a las siguientes actividades:
  • Realización y promoción de una investigación intercultural e interreligiosa:
  • Estímulo y realización de un trabajo formativo intercultural e interreligioso:
  • Facilitar y apoyar el encuentro intercultural e interreligioso necesario para el trabajo de investigación y de formación