YVETTE Le Sourd, UN MODELO DE ESPERANZA    

En memoria de esta entrañable amiga de la ALIANZA UNIVERSAL

Trad. del frances

yvette

Yvette es un fenómeno, una mujer increíblemente anclada en la vida y en su historia. Ella que ha vivido muchas épocas, dos guerras, la gripa española, duelos y la revolución industrial, intriga por su fuerza de vida, su dinamismo, su humor, su mirada brillante y su gran sonrisa que no la deja casi nunca. Tiene 100 años, Yvette, viuda y sin hijos, vive sola en su casa, sin ayuda doméstica, en muy buena salud y guarda el sabor de los pequeños momentos de felicidad de la vida a pesar de la soledad que interfiere insidiosamente en su vida desde hace diez años.

Retrato de una mujer tocada por la gracia y la sabiduría.

Yvette acaba de celebrar sus 100 años con los hermanitos de los Pobres. Según ella ese momento fue sencillo.

Yo no quería hacer gastar dinero a los hermanitos para mí con una gran comida. Entonces le pedí un pastel a Nicole. Y sentí un “calentamiento en el corazón” porque de otra manera,” habría estado sola”.

Contactada hace dos años por la Asociación, ella inmediatamente aceptó la mano tendida. “La soledad es muy dura”. Te obliga a encontrar en uno mismo la fuerza para vivir. Myriam y Nicole le traen desde presencia, soporte moral, ayudas diversas. “Eso cambió mi vida”. Se siente bien encontrar personas que ofrecen algunas cosas tan beneficiosas. “Es una bendición”.

UNA MUJER DE SU TIEMPO

Una bendición que aprovechamos muy rápido porque esta mujer que ha recorrido un siglo y ha debido ser figura de mujer moderna.

Secretaria contable en la industria, después de haber obtenido el –grado universitario-.  Yvette trabajó hasta los 65 años. Gran viajera, esta Lorraine de nacimiento, se acuerda de sus veranos en California donde vivía su hermana casada con un oficial americano: Las fiestas de juego en Las Vegas, el desierto de Palm Springs, los viajes en avión….

¿El secreto de su longevidad? Su respuesta es sin apelación.  Ella come orgánica y es vegetariana. “Es muy bueno, tenía colesterol y ahora nada”. Los productos químicos han llegado y las alergias con ellos, ella recuerda. Siempre he sido muy frágil, así que tengo una gran disciplina de vida. Un mal por un bien. Ella se cuida solamente con homeopatía. Nada de medicamentos, nada de antibióticos.

En cuanto el secreto de su belleza, como puesta en pausa desde hace décadas. Yvette responde sin reflexionar: “Es un reflejo del interior, nunca he tenido cuidados o teñidos. ¡Es todo!” ¿Su miedo? “El desequilibrio entre el ritmo de la naturaleza y el del hombre supuestamente estando en simbiosis”.

El secreto de una higiene de vida sana. Yvette lleva una filosofía de vida. “Ser siempre positivo y vencer las circunstancias, sin lamentarse”. Repite ella. “ Hago esfuerzos sobre mí. No me dejo abatir. Es el trabajo en uno mismo y sobre todo propagar lo mejor de uno mismo. Las pruebas, las dificultades dan tono”. Aquí estamos, debido a las pruebas y las circunstancias difíciles. Yvette ha superado sufrimientos que sin duda han forjado la mujer fuerte y resistente que se para frente a nosotros.

AL RITMO DE LAS PRUEBAS

Ella ha atravesado dos guerras mundiales, volvió de la gripa española, ha vivido en bodegas, “como de champiñones” Sufrió La evacuación y la vida en carreteras, los bombardeos.

Su educación muy dura también dejó algunas huellas. De 11 a 15 años ella es colocada en la casa de educación de la Legión de Honor destinada a los hijos de oficiales. No vería más a sus padres sino cada tres meses. “De cierta manera, yo hice mi servicio militar. Nos despertaban a las 6 todas las mañanas nos lavábamos en abrevaderos…fue duro, viví el confinamiento, Ahí, de toda mi vida, puedo decir que no era alegre.”

Y luego su vida sentimental no la escatimó. Su primer marido desapareció durante la segunda guerra mundial. “El partió a combatir y jamás volvió”. Acerca de su segundo esposo, falleció hace diez años en circunstancias tan difíciles.  “Estaba hospitalizada cuando durante esta permanencia mi marido falleció. Volvía casa y el ya no estaba ahí.”

“La soledad es muy dura, es una enfermedad de nuestra sociedad”.

ENLACES  ENTRETEJIDOS

Las visitas de Myriam y las tartas de Nicole le permiten hoy romper la soledad que se ha instalado poco a poco en su vida, desde la desaparición de todos los que ella amaba y que le hacían de su vida un viaje de riquezas y de aventuras humanas. Para una sociedad mejor, su lema. “Lo que cuenta es el amor de unos hacia los otros, la ayuda mutua, la protección, establecer enlaces de buena calidad”. Y termina con estas pocas palabras murmuradas bajo, en la puerta en el momento que nos íbamos. “Myriam y Nicole ellas son súper, pero me gustaría que vinieran a verme todos los días”.