PENSAMIENTOS INDESTRUCTIBLES DE MAESTROS MASONES
Traducido del francés: Panorama Intime D´ Un Saint Sanctuaire
“¡Conózcase a sí mismo y así conocerá el Universo y a Dios!
Inscripción en la entrada del Templo de Delfos
“La Paz es el fruto de la gentileza, el servicio, la dignidad y la compasión. Donde sea que falte cualquiera de estas cuatro fuentes de Paz, hay lucha, codicia y guerra.” - Swami Jñanakanda
“Los misterios Eleusinos contienen las llaves de la Belleza, el Poder y la Sabiduría”. Pr. OM Lind- Schernrezig
“Ojalá sea tu voluntad, Dios, que un día el mundo sea iluminado y capaz de saber quiénes fueron los que se esforzaron por vivir para ello.” G:.M:. Jacques de Molay
“Los constructores de Templos son devotos de Dios, porque se preocupan del Espíritu de Dios, la Verdad y el Santo Espíritu” K.H.
“Donde quiera que se esfuerce en ser útil, usted estará en su hogar” Goethe
“Otorgue una mano! No crea que porque la suya es pequeña, o porque de ella ninguna fortuna pueda caer, ello signifique que no puede rendir socorro alguno! J. Walcott
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- Un Santo Santuario no es un último refugio para los que huyen despavoridos por los problemas y complejidades de la vida. Huir no es renunciar a lo que uno es. Los graves problemas tienen que resolverse allí donde se producen. Se va al Santo Santuario Espiritual únicamente por nobles designios y en toda espontaneidad, con la meta de cumplir un deber o llevar a cabo una tarea. Ahí, por la acción desinteresada (abnegada) uno se redime y metamorfosea. Se purifica verdaderamente uno renunciando a las vanidades del mundo y a las inmundicias de los seres humanos aún poco humanizados.
- Un camino emprendido siempre es mejor que no tener ninguno. Pero es preciso saber escoger, sin dejarse arrastrar por otras personas.
- Una mentira puede ser un veneno o una traición cuando no una puñalada de fanático o de idiota. Mentir, ¿no es acaso traicionarse a sí mismo ante todo?
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*** Miro en silencio los bellos días que pasan, pero sin cesar de admirar lo que aportan de bello y de maravilloso. Lo horroroso y las maldades de las gentes con infra conciencia yo no las veo, o bien las aparto mientras Bendigo a los que buscan triunfar de las villanías de este mundo.
*** Es imprescindible ayudar a las gentes a vivir, no para esclavizarlas o convertirlas en satélites y sirvientes. Es sobre todo necesario ayudarlas a liberarse de todo lo que podría ser para ellas motivos de ignominia, como la ignorancia, los vicios y los malos pensamientos.
*** ¿Por qué perjudicarse o hacerse daño unos a otros? Esto tal vez es posible entre bestias salvajes, pero entre seres queridos e inteligentes, es diferente. Tienen grandiosos bienes. ¿Por qué pues comportarse como unos locos o salvajes?
*** No se presten como receptáculos o depósitos de malos pensamientos. Si permiten en ustedes mismos porquerías o bajezas y maldades, ustedes tendrán que sufrir las consecuencias, y entonces serán culpables de sus propios males. Es una grandísima desgracia que no se pueda tratar a las gentes como a niños, limpiándolas antes de admitirlas en casa o en nuestro corazón. Es preciso sin embargo comprender bien que un Santo Santuario no es un lugar en el cual la podredumbre del mundo puede albergarse a voluntad.
*** Las gentes, como los árboles, portan sus propios frutos. La gran diferencia, entre los dos, sin embargo, es que los árboles perfuman agradablemente el aire ambiental, mientras que las malas gentes apestan terriblemente, incluso a simple vista.
*** Cuando uno empieza a poner precio a las cosas, se vuelve materialmente interesado. Cuando miramos solo el precio, ya no somos nosotros mismos, sino más bien un esclavo de todos los regateos posibles.
*** ¡Que lodazal ha sido este mundo desde que unas organizaciones y unos individuos cultivan el capricho de proclamarse SUPREMA AUTORIDAD, POTENCIA DIVINA, ENVIADO CELESTIAL, UNICO, PERFECTO, INCOMPARABLE o algo por el estilo! Verdaderamente la humanidad ha perdido la paz y el buen sentido. Los vencidos deben someterse o ser eliminados. Los débiles prefieren dejarse dominar y, en fin, los insumisos son tratados como locos, heréticos o anti-sociales. Entonces, cuando no son guerras, son inquisiciones, unos disturbios, apaleamientos. ¡Que locura que esta lucha por la preeminencia y la gloria mediante la sangre y el fuego! Algunos no dejan de pensar, a pesar de todo, pero no saben cómo expresarlo o no tienen el derecho de decirlo.
*** Una bella y amable discípula acaba de decirme que quiere volver al mundo, lejos de mí. Lo irracional siempre es posible, pero hay muchas gentes que prefieren aprender a vivir por las vías desviadas o las peores experiencias y el dolor. La libertad tiene su precio, incluso para el corazón. Lo peor es no darse cuenta que uno es libre cuando lo es, y después no sabe qué hacer de esta libertad. Tal vez las gentes se aburren incluso de vivir en profundidad y entonces huyen a las amplitudes incongruentes que se alejan de nuestro epicentro de condensado exclusivamente Espiritual. Pero la tragedia mayor es que incluso en estas inmensidades del mundo los desenfrenados llegan a fatigarse o asquearse de ello, tarde o temprano, incluso más temprano que tarde.
*** Un sacerdote me dijo un día que quería convertirse en mi Discípulo más ferviente y fiel. Le he subrayado que me conformaría en que sea muy sencillamente y únicamente un buen Discípulo. Falleció 17 años más tarde, no sin implorarme que le diga si había sido un verdadero Discípulo. Le conteste que mi presencia era mi mejor respuesta.
*** En términos de hospitalidad hay muchos puntos de vista. Un día brinde hospitalidad a alguien para facilitarle su matrimonio. En realidad demostró ser un perfecto granuja; no se casó y en fin se burló tanto como pudo de mi persona y de mis enseñanzas. Para él, la fraternidad consiste en aprovecharse del buen corazón de la gente. He aquí como demasiadas gentes, desgraciadamente, comprenden la fraternidad y abusan de la hospitalidad. Para terminar, este galante francés de última hora me trata de no sé qué e incluso de ingrato e inhospitalario. ¡Qué insanias se ha de llegar a ver en este mundo!
*** Los periódicos del día hablan del caso Ben Barka, de la odiosa odisea del cadáver de Eva Perón, de los chamuscados de gentes en Vietnam, en fin de las durezas de la vida en Rodesia que no encuentra nada mejor que la “perdurabilidad” del nefasto colonialismo. Todo esto entremezclado de bellos discursos de Su Santidad el Papa que reclama la Paz, de Johnson que quiere la Paz, de los Chinos que exigen la Paz, de Fidel Castro que quiere que lo dejen en Paz, de los Santo domingueros que desarrollan una obsesión por las revueltas, etc. etc. ¡Qué bonito mundo! Pero nadie hace la Paz, ni da la Libertad, ni garantiza la Justicia al resto del mundo. A veces me pregunto si acaso no vivo mal sintonizado a otro mundo, al cual bien podría llamarse Infierno. Tal vez un día los hombres aprenderán a vivir decentemente y no como bestias salvajes que no saben actuar mejor que como seres malignos.
*** Una discípula acaba de injuriarme. Es su primer desvío grave de dignidad. Yo le perdono por haberme ofendido, y ella se disculpa. Le digo que en la vida lo grave es empezar con lo malo para terminar devorado por este. ¿A (De) qué sirven las lágrimas del momento si años de educación constante no impidieron a este ser querido alejarse de la rectitud que honra, eleva y depura?
*** ¿Por qué las personas deben rebelarse contra las durezas de la vida entregándose a los vicios, la droga o al alcohol? ¿No sería acaso más inteligente consultar su propia conciencia? Pero he ahí que demasiado a menudo las almas que sufren confunden la conciencia con sus sueños o con los apetitos de su bajo vientre. La verdadera conciencia está alojada mucho más alto en nuestro ser, en las alturas del espíritu.