A TODOS A QUIENES PUEDA CONCERNIR
Copia de un Documento Importante
Barcelona 11 de agosto, 1966.
ALTO COMISIONADO PARA LOS REFUGIADOS DE LAS NACIONES UNIDAS
Oficina de la Sede Principal de la ONU
Diputado Regional Representante de ACNUR
Srta. Anne S. Petluck
Ciudad de Nueva York, NEW YORK - E.E.U.U.
Estimada Srta. Petluck,
Fue un verdadero placer tener noticias suyas. Su carta del 19 de julio está en mis manos y es sumamente bienvenida.
Otro mes ha pasado desde que mi última carta a usted. Y así como fútil en los esfuerzos en mi parte y nula o vacía en resultados por parte de la Oficina de la ONU para los refugiados y el Church World Service
Usted me pide que me concentre en buscar mi entrada en los E.E.U.U. como ya lo he hecho. Bien, por decir lo menos, me siento tan concentrado en esta materia que yo me siento más o menos saturado, condensado y tan compacto que estoy a punto de explotar de una gran manera. Me estoy dando cuenta que tratando más duramente y con extrema paciencia durante cuatro largos años es mucho más de lo que humanamente puede ser esperado. Habiendo perdido la fe en tales esfuerzos, no pienso que voy a agotarme a mi mismo en adicionales auto-ilusiones. Es por ello que le he pedido que me busque una mejor solución si mis deseos no pueden cumplirse en los E.E.U.U. Hay seguramente un país que puede admitir a un simple refugiado como yo. ¿Si pudiese no haber un país suficientemente cristiano, con un corazón suficientemente grande, suficientemente democrático, o suficientemente humano en este lado del mundo para concederme el exilio, refugio o residencia, qué hay sobre el otro lado? Pienso que ya le he dado la impresión que yo soy casi insensible acerca de dónde puedo ir a residir finalmente. ¿Por qué no prueba Zululanda, Fiji, Papua, Corea o Ecuador? Yo no mencionaría Centroamérica porque los volcanes tiemblan mucho allí, y yo ya estoy bastante agitado.
Es bueno de usted referirse a mi tiempo para catalogar mis pertenencias que todavía sufren las consecuencias de la tragedia de Cuba. Pero usted parece ignorar que están en cuatro países diferentes, y yo mismo me encuentro en un quinto país dónde no puedo hablar o pensar demasiado abiertamente, o hacer mucho cuando estoy bajo la gracia de ser un refugiado con permiso temporal. El día que yo tenga una visa podré ir libremente a todos estos países, recoger mis cosas, e ir a donde esté destinado. ¿Pero buen Dios, tendré alguna vez la satisfacción de tener un hogar que pueda llamar mío de nuevo? Estúpidas naciones belicosas me han privado de mi hogar y bienestar personal, sin consultarme; así que soy ahora una víctima de éstas no muy civilizadas y Cristianas naciones. ¿No es su responsabilidad rectificar algunos de sus males, y ayudar a los refugiados a recobrar su equilibrio y su dignidad y paz mental? ¿No están moralmente concernidos? ¿O son simplemente demasiado perfectos para preocuparse por sus propios atropellos?
En cuanto al World Church Service, me desagrada aparecer demasiado crítico, pero estamos a más de dos meses de haber contactado al Sr. Molina. El me dijo que mi caso podría ser solucionado en unos pocos días. Bien, a lo mejor él quería decir meses, o años. No me sorprendería porque ya he esperado sin resultados más de cuatro años, desde mi milagrosa liberación del infierno de Cuba. El Sr. Molina junto con otro caballero me sometieron a una especie de clase de tercer grado que me pareció distante a la más mínima implicación religiosa. Fue más bien crítica, demasiado diría yo, mientras que en ocasiones fue simplemente humillante, inquisitorial. Me sentí a veces como si estuviese siendo sujeto a un juicio indefinido. Casi me pregunté si los criminales, tramposos y pícaros no logran un mejor trato. De todos modos no logro comprender como tales técnicas pueden asistir a un refugiado, una víctima de la civilización inhumana. Por sorprendente que todo esto pueda parecer, el Sr. Molina me ofreció enviarme inmediatamente una Tarjeta de Asistencia en Salud, a la cual los Refugiados tienen derecho en España, según me lo dijo repetidamente. Bien, hace cerca de un mes, precisamente, fui atropellado por un carro desbocado, y estoy mal herido y necesitado de adecuado tratamiento médico. Así, mis condiciones no me permiten pagar alguna clínica. Tendría que ir a Hospitales Públicos Oficiales, pero un refugiado como yo NO puede acceder a tal atención favorable, porque no tengo respaldo de ninguna embajada. Imagínese siendo ayudado por un gobierno comunista, y un cubano para eso. Es simplemente disparatado esperar tal cosa. No obstante, ni siquiera después de escribirle dos cartas, expresas y registradas al Sr. Molina, conseguí la más mínima respuesta cortés. Soy renuente a considerar que no valoro un acto cristiano de parte de la World Church Service, o que un representante de la Oficina de los Refugiados sea tan indiferente con el trato humano debido a un refugiado (UN SER HUMANO EN NECESIDAD DE ATENCIÓN MEDICA). No puedo decir como tales cosas pasan por la mente de un alto oficial de la ONU y de cualquier parte, pero para mí resulta abominable y prefiero retirarme de momento para mi mejor juicio. Tenemos que ser tan pacientes.
Por amor a Dios, Señorita Petluck, ayúdeme en ser tratado como un genuino ser humano. Quiero decir cualquier Dios, y si no es el cristiano, bien, permítaselo al judío, al teosofista, al espiritualista, o al hindú. Yo siento ya como si el cristiano estuviese más bien desinteresado en mí. ¿O podría ser que he sido por tanto tiempo excluido, ignorado y maltratado por las naciones y organismos cristianos, democráticos y civilizados que he perdido toda semblanza de lo que es y debe ser un humano? Estoy bajo la apariencia de que estoy luchando por una tabla última de salvación del maelstrom. Este, Srta. Petluck, es un S.O.S.
Siendo como soy un refugiado, quisiera ser tratado como tal, como el resto de los 40 millones de este muy civilizado planeta, si esto es realmente así. Aterra a cualquiera tener que transitar por detalles inquisitoriales para entrar en un país, y ser humillado luego al ser tratado como un engendro peligroso y sospechoso.
¿No es lo más realista tratar con otro país? ¿O soy tan singular (?) al extremo de ser un aborrecible e indeseable ser humano para el cual no hay lugar en este desorientado planeta? Bien, por ahora yo soy el único sumamente confundido.
Verdaderamente necesito más que promesas y esperanzas. Y por ahora no creo más en milagros, yo deseo hacerle énfasis a usted con mí vehemencia en torno a emigrar definitivamente a las Islas Galápagos, o a cualquier otro lugar donde haya más animales salvajes para ver que humanos civilizados. El Presidente Johnson dijo recientemente que todo ciudadano cubano tenía un hogar en América. Pienso que es mi obligación decir que él puede estar errado en sus promesas y apreciaciones, porque soy un ciudadano cubano, un pequeño que necesita un terruño y un trato humano decente. A lo mejor él debe saber acerca de esta carta, también.
Si la Church World Service no puede asistirme en sus promesas aquí, ¿Qué más puedo esperar? El Profesor Einstein una vez dijo que “las ideas son raras”. Yo diría, parafraseándole, que “la caridad y la amabilidad en este mundo cristiano son tan raras que debiesen ser clasificadas científicamente como sucesos milagrosos”. Hubiese querido haber dicho esto con el verbo de Voltaire y con el fraseo de Wordsworth, o un Victor Hugo. Aún así, como de costumbre, diría que si estoy equivocado me gustaría que me lo probasen, porque me encanta enriquecer mi humanidad.
¿Que viene ahora? Sólo Dios lo sabe
Muy sinceramente,
Pr. OM Lind
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Dr. Omar Lind
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