(Original en Inglés)
Barcelona, 3 de agosto, 1966
Señora Elsie G. SANDERS
Altadena, Calif., EE.UU.
Querida Hermana y Discípula
NAMASKAR
Sin noticias suyas recientemente. Gracias por el documento. ¿Pero cómo está su salud? Confío que las pequeñas avecillas le cuentan preciosas historias, y lleven música en sus amaneceres.
Por aquí nada nuevo para mencionar. Las gentes de Madrid parecen haberse olvidado de mí. No me enviaron ni siquiera la Tarjeta de Asistencia de Salud a la cual ellos dicen que tengo derecho como Refugiado. Quizá yo no califico para su benevolencia al no tener su sello cristiano. Es sumamente inhumano, no obstante, puesto que les escribimos diciéndoles que tuve un accidente y necesitaba atención hospitalaria que no estaba en condiciones de sufragar, y ellos no han contestado pasado ya un mes. Ni han contestado otras dos cartas. Bien, quizá ellos clasificarán mi caso, como en Ámsterdam, Holanda en 1962, y me dejarán esperando. Esa es la democracia, civilización y la clase descompuesta de cristiandad que ellos están sirviendo ahora al mundo, aquéllos que más se jactan sobre sus poderes Divinos.
Yo realmente tengo profundas dudas sobre el World Church Service. Su hombre aquí, quién me entrevistó, o me dio una clase de tercer grado (ilegible) algún idioma. Sin embargo, sus entrevistas conmigo eran más bien como un ENJUICIAMIENTO inquisitorial, en el cual yo estaba siendo el carácter sospechoso, o acusado de algo que ellos no se atrevieron a decirme. A lo mejor mi crimen consiste en seguir estando vivo.
Bien, si salgo elegido para la Secretaria General de la ONU puedo asegurar al anchuroso universo que limpiaría esa cosa confusa, y empezaría dando el puntapié a todos los playboy y viciados diplomáticos que juegan con la paz mundial y la dignidad humana como tontas marionetas.
Estoy ávido por conseguir algún sitio y reasumir la vida en casa. Yo también necesito restaurarme a mi trabajo de educador. Extraño tanto mi Universidad, mi Santuario, mi Museo en La Habana. Estoy ansioso por reasumir mis conferencias de antropología en la Universidad, y también todas esas lecciones sobre civilizaciones antiguas, tradición espiritual, Cosmobiología, etc., porque actualmente estoy como pez fuera del agua.
Precisamente me estaba preguntando si la gente del World Church Service rehúsa hacerme el servicio de la Tarjeta de Salud porque están celosos de mi mundo, o de mi personalidad. Es muy triste juzgar a estas personas de esta manera, pero los hechos son los hechos. Les di el beneficio de la situación, pero ellos han sido nada caritativos conmigo. ¿O es que están simplemente confundidos?
Una cosa es segura. Si América no cumple, esta vez no me voy a sentar compasivamente. Iré donde pueda ser tratado como el humano decente que soy siempre he sido. Justamente escucho al Presidente Johnson hablando alto sobre la cultura americana. Me pregunto que están esperando para atender mi trabajo y mi persona. ¿O es todo ello palabrería ligera como el famoso clamor de que todos los cubanos tienen un hogar en América? Yo soy un cubano, ¡oh Dios! Ellos no me hacen fácil o incluso posible estar en casa. Me repugna creer en la democracia cuando la democracia me ha fallado tanto.
Pero no perdamos la paciencia. Ellos son solo humanos, y de todos modos no de la mejor categoría. Tienen todavía que despertar.
En el ínterin, trabajemos duro. Dios le Bendiga a Ud. y a las avecillas que le rodean.
Con mi más puros pensamientos y Bendiciones.
K.H.